dietas para adelgazar CUENTOS INFANTILES CHAGALL: El primer árbol

lunes, 6 de diciembre de 2010

El primer árbol

ESTE CUENTO, VA DEDICADO A MI BUENA AMIGA... 

FRANÇOISE

Hace mucho, mucho tiempo, en la tierra nació el primer árbol.


Era pequeño ,tanto, que casi ni se le veía entre las pequeñas hierbas que iban naciendo y lo rodeaban.

A su alrededor, también otros seres, unos bichitos muy diminutos, mucho  más que el, comenzaban a nacer y crecer.


Pero estos bichitos y las hierbas, crecían mucho más rápido que el árbol. Eso era muy peligroso, pues éstos se iban transformando poco a poco y las  hierbas, con muchas más necesidades que el, dejarle casi sin alimento.


Ante este temor, el diminuto árbol pensó que debía hacer algo para solucionar su gran problema, pero no sabia que hacer al respecto.

Pasaba el tiempo y el seguía siendo diminuto mientras todos los demás, no solo crecían, si no que también se iban transformando en diferentes animales mientras su peligro aumentaba. El no podía moverse y escapar para esconderse.


Un día, uno de estos animales se le acercó tanto, que instintivamente sus diminutas ramas alzó. Tanto temor tenía de ser devorado, que con los brazos abiertos los ojos cerró, a la espera de que llegara su fin.

Pasaba el rato y solo sentía calor alrededor de el, una ligera presión lo rodeaba pero no sentía dolor alguno. No se atrevía a abrir los ojos por temor a ver, que era lo que ocurría.

Poco a poco la intriga, pudo más que el miedo y muy despacio comenzó a abrir los ojos. Ese calor que sentía, esa ligera presión que lo rodeaba, no era más que un gran abrazo que recibía.

Estaba perplejo, sorprendido. El que tanto miedo tenía y había pasado, se encontraba unido a una ardilla en un profundo y tierno abrazo.


Al fin comprendió lo que había ocurrido. Al alzar sus ramas para auto protejerse, había convertido el gesto en una acción de bienvenida, que así interpretó la ardilla.

Ahora ya no tenía temor alguno, crecería muy despacio sí, pero lo haría siempre con sus ramas alzadas, con sus muchos brazos de madera abiertos y en ellos acogería a todos los seres, que con el quisieran estar.

Desde entonces los árboles, extienden sus ramas en señal de bienvenida.

Por eso en los hermosos bosques, nos sentimos tan a gusto y felices. Siempre somos esperados y bien recibidos, con los brazos de los árboles  alzados y abiertos.... de par en par.


FIN

 Elvira Moreno Dolz ( chagall )

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2 comentarios:

  1. Muy bien Elvira, son hermosos tus cuentos y me figuro esos niños con los ojos abiertos escuchando éste mágico relato. Felicidades...

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  2. Felicidades Elvira, vas mejorando (je je je)
    Este cuento "engancha" te crea la "necesidad" de leerlo hasta el final. Tiene el tamaño justo, favorece la escenificación, tiene un desenlace curioso y agradable. Vamos, que me gusta

    Un beso

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